En los últimos años las marcas han decidido optar por estrategias basadas en la experiencia del consumidor para poderse diferenciar del resto de competencia. Pero no mediante una experiencia sencilla, sino experiencias vinculadas al producto que ofrecen, y sobre todo, inspiradas en vivir momentos memorables.
El sector de la cerveza cada vez se ha ido pareciendo más, ya sea en su comunicación como en su estrategia competitiva. El consumidor va a un bar y si le ofrecen tres tipos de cervezas y una está más barata se pedirá la más asequible, sin tener en cuenta de que marca es.
Sin embargo, marcas multinacionales como Heineken o Budweiser han optado por diferenciarse aprovechando el contexto actual y social que vivimos todos los consumidores. Es muy importante que las marcas, sean del sector que sean, utilicen sus beneficios en investigación y por lo tanto, puedan conseguir innovar en su sector.
Por ejemplo, Heineken durante la Semana del Diseño de Milán lanzó “la primera botella interactiva”, una campaña llamada Heineken Ignite en la cual, la marca de origen holandés creó y diseñó unas botellas que se iluminaban cuando se subía el volumen de la música en la discoteca, o cuando alguna persona le daba un trago a la cerveza o simplemente cuando se chocaban entre amigos sus cervezas:
Otro ejemplo relevante en este sector, ha sido el lanzamiento de “Buddy cup” otra acción interesante de Budweiser. Teniendo en cuenta el auge y la importancia de las redes sociales en la era digital, Budweiser creó unos vasos con tecnología aplicada que gracias al contacto entre dos vasos, dos personas podían agregarse al Facebook automáticamente mediante un brindis:
Son éstas experiencias las que hacen que recordemos la cerveza cuando el camarero nos deja elegir entre tres bebidas. Son éstas acciones las que hacen ganar notoriedad a la marca y al mismo tiempo conseguir relevancia en Internet y una gran viralidad.