Música y publicidad siempre han ido de la mano. Muchos artistas noveles han saltado a la fama gracias a los treinta segundos mágicos en los sus melodías han llegado a la pequeña pantalla para lanzar un determinado producto, y artistas consagrados, se han visto relanzados al estrellato gracias a la uso en publicidad de alguno de sus temas.
La publicidad es una mezcla de información y seducción. La información llama a nuestro aspecto más racional, mientras que la seducción apela a nuestras emociones, y es ahí donde entra en juego la música. Rechazo o asertividad, pero normalmente no deja indiferente.
Elegir la música de un grupo desconocido supone un gran reto para los creativos, pero la eterna alianza entre música y publicidad hace que la búsqueda esa melodía de éxito que dirige nuestros ojos hacia el televisor, sea incesante.
La elección del tema musical apropiado es capaz de lanzar un mensaje subliminal potente que gracias a su viralidad potencie aún más el impacto de la campaña publicitaria. Aplicaciones como Shazam, muy extendidas entre los usuarios de smartphones, permite a los espectadores conocer el intérprete y título de canción tan sólo acercando el teléfono.
De esta forma, la canción ya tiene nombre propio, aunque sigue mentalmente asociada al anuncio publicitario.
Recientemente, una de las campañas que más éxito han tenido en este sentido es la que ha lanzado la marca de cerveza holandesa Heineken, eligiendo temas para sus anuncios cuyo sonido se ha extendido como la pólvora. El primero de ellos es el spot que la marca lanzó el pasado año denominado The Entrance y que hizo muy conocidos al grupo The Asteroids Galaxy Tours. El que podéis ver a continuación es el nuevo anuncio denominado The Date, con la canción “Jaan pehechaan ho” del cantante indio Mohammed Rafi.