Disrupción es lo que pasa cuando coges un producto, lo reinterpretas y consigues que el consumidor cambie sus hábitos de compra.
Una disrupción fue la que ocurrió en los años 50 cuando un arquitecto austríaco inventó el concepto del centro comercial y comenzó a implantarlo en Estados Unidos. Todos pensaban que era una estupidez.
Otra disrupción fue la aparición de las marcas privadas (conocidas en España como marcas blancas). Los distribuidores consiguieron el control de los productos que colocan en sus estanterías. Al principio parecía un contrasentido.
Llega una nueva disrupción que tiene el potencial de modificar cómo compramos y cómo consumimos. El concepto es sencillo: la suscripción online a los productos que usamos todos los días. Por un precio mucho más barato, te suscribes, el producto te llega a casa todos los meses, y ahorras un montón de pasta.
Es lo que ha conseguido Michael Durbin con el apoyo de un grupo de inversores (Kleiner Perkins entre otros). Durbin ha empezado su disrupción con el
Dollar Shave Club. ¿En qué consiste?
En convertir las cuchillas de afeitar en un servicio al que te susribes pagando entre 1 y 9 dólares al mes.
Insights que recoge esta idea:
1.- Los hombres que se afeitan lo hacen casi todos los días del año.
2.- El valor añadido de las marcas más conocidas no es importante para muchos de esos hombres que se afeitan.
3.- A esos hombres que se afeitan todos los días se les olvida a veces comprar sus cuchillas, y acaban reutilizando las antiguas (asquito da sólo pensarlo pero es así)
4.- Pagan un sobreprecio importante por el dinero que Gillete, Wilkinson y otras marcas invierten en patrocinios y Publicidad.
Y con esos insights, Michael Durbin ha inventado un concepto que podría aplicarse a otras categorías de consumibles del hogar. Si se aplica con eficacia y el consumidor abraza esta idea, que se vayan preparando los Mercadona y compañía. Puede ser la próxima disrupción.
¿Se podría aplicar esta idea a tu marca, a tu sector?